1. Homekeyboard_arrow_right
  2. Ruta Normalistakeyboard_arrow_right
  3. Demandas socio-políticas 

Demandas socio-políticas 

Contexto

Luego de la promulgación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria (1920) de forma paralela desde la sociedad civil comenzó a converger el movimiento feminista debido a la necesidad de terminar con la estructura que excluía a las mujeres de la toma de decisiones al no otorgarles sus derechos socio-políticos. En consiguiente surgió el Consejo Nacional de Mujeres (1919) junto con la fundación del Partido Cívico Femenino (1919) con el objetivo principal de obtener el derecho a voto entre otros derechos civiles. Sin embargo, el derecho al sufragio municipal no se les otorgó hasta 1934, debido a que existían muchos opositores en el Congreso, dada la incierta conducta electoral que se les atribuía a las mujeres y los temores que ello causaba. 

Posteriormente, a partir de 1946, gracias a las presiones de las organizaciones feministas, entre ellas, el MEMCH (1935) y la FECHIF (1944), las campañas públicas por la obtención del sufragio femenino universal se intensificaron. Los artículos en la prensa feminista y los folletos educativos fueron algunos de los instrumentos masivos para sensibilizar respecto de las ventajas y responsabilidades que implicaba la obtención de este derecho y para criticar las posiciones ideológicas de quienes se oponían al voto femenino. Finalmente, la promulgación del sufragio universal femenino se produjo en 1949 durante el gobierno de Gabriel González Videla

¿Quieres saber más?

Más información

Ver más keyboard_arrow_down

Antecedente: En 1860 con la promulgación de la Ley de Instrucción Primaria, surgió la necesidad de incluir a las mujeres al estatuto de funcionarios asalariados de la época como una extensión del rol maternal dentro de la educación. Posteriormente, en 1920 con la promulgación de la Ley de Instrucción Primaria Obligatoria (LEPO), la educación logró consagrarse como un derecho universal para niñas y niños. En esta línea, destaca que la para la formación de normalistas se mantuvieron las estructuras curriculares que fomentaban los estereotipos de género, donde a los hombres se enseñaba temas relacionados a la, geografía y la Constitución Política, mientras que a las mujeres se las instruía a través de asignaturas domésticas, como la costura, el bordado y las labores de la aguja (Orellana, 2012). En consecuencia, la educación femenina de aquellos años se vinculó con la construcción de la sociedad y el Estado que la consagra como una institución tradicional y generalizada. 

Referencias:

Galería

Lentes morados